Recibid el Espiritu Santo. Domingo de Pentecostes!!!

Ayer celebrabamos el domingo de Pentecostes, con esta hermosa celebracion, concluia la cincuentena pascual, el hermoso tiempo de Pascua que iniciabamos el  Domingo de Resurrección.
50 dias habian pasado desde que la LUZ vencio a la tiniebla, y una semana desde esa Ascension del Señor. Ayer, como los apostoles, esperabamos esa "venida" del Espiritu Santo, prometida. Quiza fue en ese momento cuando los apostoles, cuando nosotros mismos, comprenderiamos esas palabras dichas por Jesus en el Jueves Santo, "os conviene que yo me vaya". Un "adios" que NO es un adios, puesto que El mismo, al ascender, al volver al Padre, nos acurrucaba y nos decia " no temais, que yo estare con vosotros todos los dias hasta el fin del mundo". Ayer, con la celebracion de Pentecostes, todos nos "empapamos" de esa gracia, de esa fuerza, una fuerza que nos hace dejad de temer, dejad de proclamar con la boca chica que Dios Vive, dejad de rendirnos, de amilanarnos ante nuestro dia a dia. Somos hijos de Dios, somos apostoles del Señor...
Es hora de vencer nuestras debilidades, es hora de hacer ver a nuestros amigos, hermanos... a todas las personas que existe la fuerza del Espiritu de Dios, esa fuerza que nos hace proclamar a ese Dios Vivo, a ese Cristo que dia a dia te sonrie cuando te abre los ojos, dia a dia te regala un hermoso sol, dia a dia te sostiene en nuestros momentos de dificultad.
 "Ven ahora, Santo Espiritu, ven ahora sobre mi":.. Deja que more en ti, deja que actue en ti, porque cuando las fuerzas creas que fallen, esta fuerza jamas te fallara. En un mundo frio, en un mundo sin Dios, es hora de calentar de nuevo al mundo, de ver que en el corazon de cada uno, llevamos esa entrega, esa garra, esa luz que nunca se apaga, la luz de Aquel que vencio a la muerte.
"Espiritu de Dios, llena mi vida, llena mi alma, llena mi ser", no temed nunca la llegada del Espiritu Santo, la llegada de la entrega, del amor, de la generosidad a nuestro interior, ¡ cuanto bien  estamos destinados a realizar!, ¡ cuantos sueños estamos destinados a cumplir o a hacer cumplir!
Que no tiemble el corazon, que la llama de Dios, la llama del Espiritu Santo, os acompañe siempre y dia a dia crezca en vosotros y os acompañe en la hermosa tarea del dia a dia.,